martes, 16 de junio de 2009

5.2. Literatura europea.

De los tres elementos fundamentales del nuevo arte, dos, la razón y el sentimiento, pugnarán por la primacía en las sucesivas modas literarias, en tanto que el tercero, la originalidad, será un motor cada vez más potente, hasta llegar a ensorceder durante el periodo de las Vanguardias.

La razón y el sentimiento tienen en un principio una convivencia incruenta; la primera da su esencia al racionalismo ilustrado, con Voltaire, Montesquieu y Diderot a la cabeza, y su fruto más ilustre quizás sea la Enciclopedia. El sentimiento, por su parte, se cultiva entre los poetas del rococó que, por lo general, podemos considerar menores.

Sin embargo, la sensiblería rococó tiene mucho que ver en la exaltación del sentimiento que se produce con la publicación del Werther (1774), de Goethe, la cual pudiera ser una de las piezas literarias más influyentes - !de toda la historia de la literatura!- desde el punto de vista social -se dice que no menos de 2000 lectores se suicidaron-, pues consagra la figura del inadaptado social. Este ropaje mutará, sin alterar su esencia, en las generaciones siguientes: románticos, bohemios, decadentistas, modernistas o melenudos, vanguardistas, surrealistas...

Lo cierto es que las peculiaridades técnicas de los géneros influirán también en el predominio de cada uno de los elementos. Así, la novela se plegará con mayor dificultad a las exigencias de la originalidad; y la poesía, por su parte, no aceptará con facilidad los presupuestos de la razón. El teatro, a su vez, y por su carácter empresarial, adoptará tardíamente las innovaciones formales.

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